GERONIMO ALEJANDRO
SMIITH ESCOBAR
Cuando hablamos de monopolios nos estamos refiriendo a aquellos mercados en los cuales vemos ciertos productos que son ofertados por un solo ente, y adquiridos por varios demandantes. Y además no existe un bien sustituto cercano el cual pueda alterar la demanda de x o Y producto. Este producto está protegido por barrerás a la competencia. Ahora bien es de vital importancia tener clara la definición de patentes en la cual hallamos que es un conjunto de derechos exclusivos concedidos por un Estado al inventor de un nuevo producto o tecnología farmacéutica, susceptible de ser explotado comercialmente, por un período limitado de tiempo a cambio de la divulgación de la invención. La patente se enmarca dentro de la propiedad industrial, que a su vez forma parte del régimen de propiedad intelectual.
Ahora bien veamos estos
dos campos desde el punto de vista práctico en el cual nos podríamos mover, y
me pongo en las dos posiciones tanto de los ofertantes como de los demandantes. Mirando las cosas desde el lado de ofertantes
notaríamos que una patente seria una
excelente opción empezando porque no tendríamos más competencia que la nuestra
misma, además de que la marca encargada del producto patentado tomaría
prestigio y como se dice cotidianamente “abarcaría cancha en el mercado”, para
unas futuras y nuevas patentes a las cuales la misma marca/empresa quieran o
pretendan llegar. Tenemos claro que estas patentes no son eternas, se tiene
entendido que se obtienen por un tiempo determinado y que por supuesto una vez
culminada esta etapa de “protección” ya entraría una competencia directa que dé
ante mano, ya han tenido bastante tiempo previo para estudiar y pretender
lograr una mejor calidad en el producto ya inventado. Como segunda opción
coloquémonos en posición de los demandantes frente a una patente, y es de analizar que no
podríamos llegar a una conclusión univoca puesto que todos los consumidores
vemos y optamos por hacer uso de ciertos productos dependiendo de nuestra
concepción personal y claro está de nuestro presupuestó económico, el producto
puede ser el de mejor calidad pero si no se cuenta con el dinero para adquirirlo, estaríamos siendo
excluidos de poder adquirir dicho producto. Que por supuesto vale la pena
aclarar que un producto una vez patentado entra al mercado con un precio
bastante elevado, dificultando un poco la obtención para algunas personas.
Es de notar que en el
caso anterior estamos hablando indirectamente de un monopolio, el cual no
recibe el nombre directo de monopolio ya que bajo parámetros literales y
legales se denomina PA
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