EL PIB Y LA COMPETITIVIDAD

Isabel Cristina Sarria Beltrán

Con la expresión competitividad nos enfocamos principalmente hacia la economía empresarial, y la capacidad de una empresa para ser competitiva se puede ver en su forma de mantener o aumentar la rentabilidad de sus inversiones hechas dentro de un mercado. La  competitividad  se  ha  considerado algo muy bueno dentro del comportamiento  económico  de  las  empresas, pues exige que estas obtengan buenos resultados económicos, y si estos se logran se ven representados en  el PIB del país que se entiende  como un indicador que mide el crecimiento o decrecimiento de la producción de bienes y servicios de las empresas de cada país, convirtiendo entonces a este indicador en una representación clara de la competitividad de las empresas, pues si la producción de estas no crece, significa que no se está invirtiendo en la creación de nuevas empresas, y como consecuencia el PIB se ve afectado negativamente.

Sin embargo, y cada vez más, el concepto de competitividad se ha trasladado hacia los países, relacionando  la competitividad de las naciones a su  crecimiento  económico,  de manera más clara y entendible podemos decir que la competitividad se relaciona a lo que más importa dentro de un país que es la mejora del bienestar de su población, y para esto se emplean índices que permiten establecer comparaciones entre países según los resultados que cada uno obtenga del proceso económico, se trata en definitiva y como ya todos sabemos del Producto Interior Bruto  (PIB),  y en este orden de ideas se convierte entonces en algo que permite medir también la competencia, pues los países van a competir y van a querer estar entre los altos índices de PIB que miden ese proceso económico.

Pero podemos preguntarnos ¿Por qué, en la competencia entre países, algunos triunfan y otros fracasan? En todas las naciones, la competitividad se ha convertido en una de las preocupaciones centrales del gobierno y la industria. La competitividad es uno de los factores que miden el crecimiento de una nación, además como ya hemos dicho genera bienestar en las vidas de los habitantes, por tal motivo podemos afirmar que la competitividad es demasiado importante para una nación.

Juntando las dos ideas planteadas sobre la competitividad de las empresas y la competitividad de las naciones considero que estas dos cosas van de la mano pues es fundamental que el gobierno se una a las empresas creando contextos que promuevan el crecimiento de la productividad de manera constante, y así, gracias a esto las empresas estarán dispuestas a invertir, generando oportunidades de empleo y demás beneficios que incrementara el bienestar a la población.  De esta manera la competitividad y la productividad de un país se generan desde las empresas, pero es necesario implementar dentro de un país estrategias que conlleven a satisfacer las necesidades del mercado y en generar valor agregado a la producción con el fin de crear inversiones que aseguren la estabilidad empresarial y de esta forma el PIB del país iría en ascenso y su competitividad a nivel internacional también.