Julián Montero Orozco
Nuestro planeta tierra tiene aproximadamente
4470 millones de años de evolución según estudios realizados por el Dr. John
Ruge del departamento de ciencias de la tierra de la universidad de Cambridge,
pero a lo que voy con este dato, es principalmente hacia una demostración real
del tiempo que ha llevado formar lo que hoy en día tenemos y lo que
preditoriamente podríamos tener en un futuro.
Los recursos naturales que se formaron a través
del tiempo, son la materia principal de un desarrollo industrial, que han
generado tanto beneficios como perjuicios, pero se han preguntado alguna vez
¿Para quién son los beneficios? Y ¿Para quién son la mayoría de los perjuicios?
Teniendo en cuenta lo anterior, desde el lugar
del planeta tierra y con una postura crítica hacia nuestra forma de actuar, no
generalizando pero si tomando como ejemplo los casos negativos de la
industrialización, de seguro que tendríamos un poco mas de conciencia hacia el
cómo estamos utilizando de forma inadecuada nuestros recursos naturales. Como
muchos sabemos el proceso de desarrollo industrial que inicio en la segunda
mitad del siglo XVIII trajo consigo la aparición de las grandes factorías y por
consiguiente una serie de procesos de producción que someten los recursos a
cambios físicos, generando así una desagradable contaminación, pero lo que
realmente sucede es que en un principio de dicho proceso el ser humano de pronto no considero las
consecuencias que esto produciría y
desafortunada mente hoy en día las estamos padeciendo nosotros.
Ahora bien de nosotros depende lo que le
deparara a la humanidad de aquí en adelante ya que “el pasado no lo podemos
cambiar pero, el futuro lo podemos re direccionar.”
La economía es un factor muy importante en el
sistema industrial. Retomando el concepto de Jomes Robinson podemos afirmar que
tenemos muchos caminos para la solución de actuales y futuros problemas que involucren la organización de
recursos dentro del sistema industrial, ya que si combinamos una buena
distribución de los factores de producción con una optima normalización
ambiental y además una eficiente administración política podríamos solucionar
muchos problemas dentro, de ellos la contaminación ambiental y literalmente
evitar que nuestro futuros hijos mueran por nuestras propias manos.